De oficio, contar las mejores historias.
Silente su literatura y su información, Sebastián lleva treinta años sin tocarnos el alma. En estos días de agosto se conmemora la pérdida de uno de los escritores y periodistas más queridos y añorados en la ciudad. Desde la poesía, la novela y el teatro o desde la radio, la prensa y la televisión, Sebastián dejó un legado que es difícil resumir y que hoy la familia mantiene vivo en la casa que habitó de la calle que lleva su nombre en la ciudad. Allí se aloja una sala de lectura con una más que notable biblioteca y hemeroteca de la transición y el patio que dio a luz tanta narración. Quienes tuvieron ocasión de conocerle recuerdan un café de pucherete entre los árboles y las flores de ese patio.
LITERATURA DE POSGUERRA A LA TRANSICIÓN.
Como bien explica la académica María José Porro, gran conocedora junto a Rafaela Valenzuela de los movimientos literarios de ese tiempo, en el año 52 un grupo de jóvenes universitarios inspira la revista Arkangel Cuadernos de Arte y Literatura a la que dotaron de personalidad propia desde su primer número por mantener un perfil mucho más social que Cántico e incorporando poetisas, lo que resulta de especial significación progresista. Los promotores serían Luis Jiménez Martos, Sebastián Cuevas y Gabriel Moreno Plaza, estudiantes en la Universidad de Granada, con el apoyo de Antonio Povedano desde Madrid. Como director figuró José del Río Sanz, redactor-jefe del diario Córdoba y necesario colaborador al exigir la Ley de Prensa vigente estar en posesión del carnet profesional para poder dirigir una publicación periódica bajo el régimen franquista.
Aun sin el propósito de enumerar la obra literaria de Sebastián Cuevas, se advierte que su producción poética cuenta con vertientes bien diferenciadas: la poesía social -evocadora de León Felipe y Blas de Otero- que cultivó con gran maestría convive con otra de un marcado
lirismo intimista. Destacan de la primera, obras como Los Proscritos – presentado por Castilla del Pino-, Una llamarada desde el Sur, o Bajando el Guadalquivir con las cenizas de Placido Fernández Viaga con una perspectiva andalucista siempre presente y prologada por el Presidente Rodríguez de la Borbolla. Entre los numerosos reconocimientos a su obra poética, Sebastián recibió el prestigioso galardón del Certamen internacional de poetas hispano árabes cantando a Medina Azahara.
Desde el punto de vista narrativo, Cuentos y descuentos andaluces es una de sus obras más atractivas: cada cuento narra una trama psicosocial de lectura que atrapa de principio a fin. De naturaleza costumbrista y corte social es la obra La casa de los muchos que narra la atmósfera de una casa de vecinos real que existió en la que hoy es la calle Cáñamo, junto al Campo Madre de Dios, con decenas y decenas de personajes retratados con maestría y ternura. La narración discurre en la relación de los vecinos y personajes con el protagonista: “el Churrifloja”.
La Biblioteca Central prepara entre sus actividades literarias para el otoño una serie de Lectura con Paseo en la que ha incluido La casa de los muchos, obra que también ha sido distinguida por la Biblioteca incorporando la edición digital del libro a su repositorio virtual y sobre la que se proyecta reedición.
También se adentró en el teatro con la obra Besterio o el diablo de los ojos azules, estrenada por el Grupo Trápala en el Gran Teatro de la ciudad. Las ilustraciones de sus libros son muy destacables, en ocasiones con la fotografía de Pepe Jiménez, en ocasiones con pintores de referencia como Aguilera Amate o Tomás Egea.
Canal Sur Radio, emite la noticia el día 18 de agosto 2021, fecha del aniversario en el informativo de las 2 de la tarde
DIARIO CÓRDOBA PUBLICÓ EL SIGUIENTE ARTICULO CON MOTIVO DEL TREINTA ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO
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