(DENDRON: DEL GRIEGO ÁRBOL, RAÍZ)
(EPITAFIO).
Caminando a ser hierba, nuevamente,
Acunado en el cálido regazo
De la única tierra, aún me abrazo
A un designio de feto transparente.
¿Qué endemismo, que flor, será mi brazo?.
¿Qué insecto o cordero transhumente
desoxirribonucleadamente
polen o semen nutra mi ribazo?.
Mientras muda a raíz, lo que era dedo,
A la hora de hacer testamento
Dejo a mis hijos mi única fortuna:
La rebeldía.
El convencimiento
De que todo terror, medra y se acuna
Tributo pingüe, en quien fabrica el miedo.
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